Hace un montón de años:
—Mi hijo dice que ustedes se quieren casar ¿Es cierto?
—Si —contestó Dora Celina.
Doña Jelen, mi madre, me quiso igual que a mis hermanos, pero por ser el más latoso, estaba muy pendiente de mí, un fiesta-adicto ingobernable.
—¿Ya lo pensaste bien? —preguntó a la posible nuera—. ¡Es mi hijo y lo quiero mucho, pero para yerno… ¡Huy, ichi!
—Va a cambiar —aseguró Dora Celina.
—Bueno… ¡Qué Dios te escuche! Solo hay una condición: “en mercancía salida no admito devolución”.
Nos casamos y despuesito me compuse, ¡me honré!, dijo tía Mariyita. ¿Por qué?…
Porque la amo. Porque ella me aceptó como soy. Porque abandonó a su familia que vivía muy lejos para estar conmigo. Porque hemos reído y sufrido juntos. Porque me dio tres hijos a los que cuidó y protegió tanto como a mí.
Quiero agasajarla este 14 de febrero, pero en mi cartera solo tengo 250 pesos, le di a escoger:
a) Una pastilla azul que cuesta más o menos eso.
b) Un ramito de flores.
c) Cincuenta bolas de pozol (a cinco pesos bola)
¿Qué creen? ¡Ojalá pase temprano la pozolera!
Enrique Orozco González (Kike)
Glosario:
Pozol. — Sabrosa bebida hecha con cacao, maíz, chocolate y un puño de etcéteras.
Huy, Ichi.- Ni lo mande Dios.