Sombreros de la Ocurrencia

Polvo del camino. 192. Dormir con extraños. Héctor Cortés Mandujano

Polvo del camino/ 192
                         Dormir con extraños
                        (Minificción teatral)
                        Héctor Cortés Mandujano

Toco a la vieja puerta de madera del hostal. Una anciana, con un candelabro de luz temblorosa en la mano derecha, me abre.

—¿Diga?
	—Perdone, me dijeron que aquí rentaban cuartos para pasar la noche.
	—¿Viene solo?
	—Sí.
	—¿Cuántas noches va a quedarse?
	—Sólo la de hoy.
	—¿Quiere cenar?
	—No, sólo quiero dormir, estoy muy cansado.
	—Hubo un corto, creo. No hay luz en la casa.
	—No importa. Lléveme al cuarto y me quedaré dormido en un instante.
	—Me tiene que pagar antes.

***

—Esa es su cama. Que descanse. Si viene otro viajero le daré la otra cama. Ruegue porque no, pues voy a despertarlo.

Huele a humedad. Con la vieja se fue la luz. Cierro los ojos. Duermo. Pausa. Se abre la puerta y oigo a la vieja decir.
	
—Esa es la cama. Hay un joven en la otra, procure no hacer mucho ruido.

El hombre se acuesta. Ronca casi de inmediato. Me arrullan sus ronquidos. Duermo. Pausa. Me despierta el grito salvaje en la oscuridad.
	
—¡Perro, voy a matarte! ¡Te odio, voy a clavarte un cuchillo en el corazón!
	—Señor, ¿le pasa algo?
	—¿Eh?
	—Digo si le pasa algo, está gritando.
	—Perdone. Fue una pesadilla.

No pasa mucho tiempo. De nuevo ronca. Duermo. De nuevo me despierta.

—¿Creías que podías escapar de mí? ¡Soy el Diablo y te voy a llevar conmigo a los infiernos!
	—¡Señor!
	—¿Ah?
	—Está gritando.
	—Discúlpeme. Tuve otra pesadilla.

***

Pausa larga. Estoy enfurecido luego de varias interrupciones a mi sueño. Con la última, exploto.

—¡Esta es la última vez, señor, que le permito que me despierte a gritos! Si tiene tantas pesadillas debió pedir un cuarto solo. Ya ni siquiera me pide disculpas, sino me maldice cuando lo despierto. No soy ni su hijo ni su sirviente para aguantar sus locuras.

El hombre se incorpora. Su gruesa respiración evidencia su enojo. Noto su movimiento, que intenta ser rápido; se siente muy agitado. Está mal de la cabeza. Saco el cuchillo de debajo de mi almohada y lo sostengo para que él se clave solo. Le hago un favor. Ya no tendrá ninguna nueva pesadilla.


Ilustración: Alejandro Nuding.
Ilustración: Alejandro Nuding




*Sobre el autor:

Héctor Cortés Mandujano

Narrador, dramaturgo y periodista cultural

Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.

Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.

Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).

Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.

Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com

Author

racademia

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *