Polvo del camino/ 210
Mis libros favoritos de 2023
Héctor Cortés Mandujano
Leí el año pasado 258 libros. Escoger doce no fue fácil. Me quedé con éstos para invitarte a leerlos, si no lo has hecho, lector, lectora.
1. El libro de Aurora. Textos, conversaciones y notas de Aurora Bernárdez (Alfaguara, 2017). Regalo de mi amigo Alfredo Espinoza. Para quienes crecimos leyendo a Julio Cortázar, el nombre de la argentina Aurora Bernárdez estuvo siempre asociado a él. Fue su primera esposa, luego su cuidadora final y su heredera principal, la responsable de que su obra siguiera vigente. Aurora no quiso publicar mientras vivía (este libro es póstumo), pero yo ya la adoraba, porque también agradecí/agradezco sus traducciones (cualquier libro que aparezca/apareciera con su nombre como traductora se volvía/se vuelve inmediatamente parte de mi biblioteca). Leí su libro como si ella fuera parte de mi familia.
2. Nostalgia (Impedimenta, 2012), de Mircea Cărtărescu, con traducción de Marian Ochoa de Eribe e introducción de Piedad Bonnett. Regalo de mi amigo Roger Octavio Gómez Espinosa. Cărtărescu es considerado el más importante escritor rumano de la actualidad. Este libro, con cinco relatos, muestra por qué: no sólo es un extraordinario narrador, sino también un pensador y un poeta. El libro fue una de las grandes sorpresas literarias que tuve el año pasado.
3. Persépolis (Random House, 2020, traducción de Carlos Mayor), de Marjane Satrapi, es un libro peculiar, porque está escrito y dibujado por la propia autora quien, a la vez, cuenta su historia, su biografía, y la historia política, militar y social de Teherán, Irán, su pueblo natal. El libro gráfico, en blanco y negro, supone sorpresas en el diseño y los dibujos que nos cuentan desde la infancia de Marji (de 10 años, en 1980), hasta que se va definitivamente (por lo menos en el libro) de su país, en 1994. La versión cinematográfica es una especie de síntesis de este libro genial.
4. El peso de vivir en la tierra (Alfaguara, 2023), de David Toscana, ganó en el 2023, merecidamente, el Premio Internacional de Novela Mario Vargas Llosa. He leído varios libros de Toscana y cada uno me ha dejado con ganas de leer el siguiente. En El peso de vivir en la tierra, como en Evangelia (2016), David (Monterrey, México, 1961) saca a pasear su buen sentido del humor. Si en aquel logró poner muchos dardos en la diana, utilizando como base los relatos bíblicos, aquí se mueve con soltura en los personajes, las novelas, los relatos de los gloriosos rusos para contar los hechos y deshechos de Nicolás, un hombre de Monterrey, que enloquece, como Alonso Quijano, de tanto leer a Chéjov, Dostoyevski, Gogol, Tolstói, Bulgákov…
5. Las dos amigas (un recitativo) (Lumen, 2023), de Toni Morrison, fue su único relato, traducido por Carlos Mayor Ortega, con un brillante epílogo de Zadie Smith. Dice Zadie sobre Morrison: “La autora no tiene textos improvisados ni ‘ensayos improvisados’, ni novelas de relleno, no daba palos de ciego, no se desviaba de su camino. Escribió once novelas y un relato, todo ello con unos propósitos e intenciones concretos”. En este de nuevo explora la compleja relación entre blancos y negros en EUA, su país natal. Extraordinaria, como siempre.
6. El Fondo de Cultura Económica publicó la obra completa de Clarice Lispector. En el primer volumen de sus novelas (FCE, 2021) se hallan Cerca del corazón salvaje, El candil y La ciudad sitiada, con traducción de Romeo Tello G. La narrativa de Lispector, ucraniana-brasileña (1920-1977), no suele transitar por caminos trillados. En muchas ocasiones sus páginas no valen por la trama, por la intriga o la tensión narrativa, sino por el modo en que están escritas, por el extrañamiento, por la originalidad. Ella decía que con su escritura practicaba el “no-estilo”. Clarice Lispector se resiste al resumen y nada puede suplir el placer de leerla.
7. Fue una delicia leer Meditaciones de cine (Reservoir Books/Random House, 2023), de Quentin Tarantino, traducido por Carlos Milla Soler, en especial porque el libro parece una apasionada y divertida charla de Quentin con un amigo, en este caso el lector, donde no se ahorran las interjecciones, las maldiciones, las palabrotas y, por supuesto, el profundo conocimiento cinematográfico de este célebre director norteamericano. Las películas de la infancia lo marcaron, pero en Meditaciones… hace una lista de las que le parecen le enseñaron algo (ritmo, emplazamientos, diálogo, cómo contar una historia) y que vale la pena revisar, conversar, volver a ver.
8. En Curiosidad. Una historia natural (Almadía-Conaculta, 2015), de Alberto Manguel, traducido por Eduardo Hojman, se combinan las notas biográficas, con la pasión por leer proponiendo como vértebra de esta actividad la Divina comedia de Dante. Opina sobre las diferencias entre leer y escribir. Leer es expandir, dice: “Escribir, en cambio, es el arte de la renuncia. El escritor debe aceptar el hecho de que el texto final no será más que un borroso reflejo de la obra concebida en la mente, menos iluminador, menos sutil, menos conmovedor, menos preciso”. Manguel (Buenos Aires, 1948) es un grande.
9. Son raros los clásicos instantáneos (es un decir, llevan su tiempo), los libros que parecen tocados por la magia y se convierten, casi de inmediato, en textos celebrados y amados por los lectores. Eso ocurrió, me parece, con El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo (Random House, 2021), de la española Irene Vallejo. Y cómo no, si la autora escribe con tal pasión por los libros, con tanto cuidado con las palabras; con sabiduría, conocimiento, erudición sobre el tema y con una voz (se la oye) cálida, dulce, amistosa. El libro es un prodigio.
10. Continuación de ideas diversas (Jus, Libreros y Editores, 2014), de César Aira, es lo que dice el título: una reunión de textos de variada temática, escritos con la pluma inteligente de este argentino genial. Cita a Fontanelle (p. 43): “No hay pena que resista a una hora de lectura”, aunque apostilla: “Es cierto que hay quienes no leen nunca y se las arreglan con otros remedios”. Para mí, Aira es uno de mis indispensables. No me canso de leerlo.
11. Lo primero que me llamó la atención de la norteamericana Lucia Berlin (1936-2004) fue su belleza. Parece más una estrella de cine, de las muy bonitas, que una escritora. Leo Manual para mujeres de la limpieza (Alfaguara, 2016), con edición e introducción de Stephen Emerson y traducción de Eugenia Vázquez Nacarino, que contiene 43 de los 66 cuentos que publicó en seis libros y en otras publicaciones. Lydia Davis, dice en el prólogo: “Las historias de Lucia Berlin son eléctricas, vibran y chisporrotean como unos cales pelados al tocarse”. Y es cierto. Su libro me encantó.
12. La muerte me da (Tusquets, 2007), de Cristina Rivera Garza. Creo que, hasta el momento, es el libro que más me ha gustado de Cristina (cuentista, novelista, ensayista) de quien he leído varios, más y menos recientes que éste (ha escrito más, por supuesto), que son muy buenos: Nadie me verá llorar, La cresta de Ilión, Lo anterior, Los muertos indóciles, La Castañeda y Había mucha neblina o humo o no sé qué… El libro (no lo llamemos novela, porque rompe los estándares de ésta y qué bueno) es, por lo menos, tres libros y una muestra de la inteligencia, el conocimiento, el buen hacer de esta escritora mexicana.

*Sobre el autor:
Héctor Cortés Mandujano
Narrador, dramaturgo y periodista cultural
Finca El Ciprés, Villaflores, Chiapas, 1961.
Sus publicaciones, una amplia colección, abarcan varios géneros: Cuento, dramaturgia, novela, relato, ensayo y varias coautorías. Ha sido antologado en libros y revistas especializadas.
Aunque desde hace varios años se ha abstenido de participar en concursos y convocatorias, tiene varios premios y reconocimientos por su actividad literaria, mencionamos algunos: Premio Puerta 2010 al Mejor Dramaturgo, otorgado por la Asociación de Periodistas Culturales de Chiapas “Trozos de sol”; Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos, con Aún corre sangre por las avenidas (2005); Premio Estatal de Novela Breve Emilio Rabasa, con Vanterros (2004).
Lo puedes seguir en su columna Casa de citas.
Correo electrónico: hectorcortesm@gmail.com